YOGA Y CICLO MENSTRUAL. Por Angela Santos
Yoga y Ciclo Menstrual
Conciencia cíclica sobre la esterilla.
Conocerte es vivirte. Vivirte es Amarte. Amarte es ser libre. Este reclamo es el que utiliza Erika Irusta en su proyecto de divulgación y creación de recursos para la conciencia cíclica. Y es que no pudo elegir mejor el orden de estas ecuaciones.
Practicar Yoga es una de las ventanas idóneas a las que asomarte para empezar a desarrollar esa mirada cíclica. Al mismo tiempo, reconocernos en nuestros cambios hormonales y dejar que se expresen en cada fase sobre la esterilla, es poner al servicio del Yoga tus diversas maneras de pensar, percibir, y habitar el mundo.
Así, podrás comprender y vivenciar todas las dimensiones que engloba el Yoga (física, energética, filosófica y espiritual).
La práctica de Yoga desde una conciencía cíclica, es una relación bidreccional de autoconocimiento y reconocimiento. Mirarnos dentro para comprendernos y buscar así espacios, relaciones y actos coherentes con lo que nuestra esencia, de naturaleza cambiante pero estable, nos revela.
Tu deseos, tus necesidades, tus limitaciones y potencialidades mutan según el intercambio hormonal. Y como ya sabrás bien, a la esterilla no se le engaña.
Cuando algo no sale, no sale. Cuando no respiras bien, mejor salir de esa postura y a otra cosa. Debemos pasar del autoengaño a la autoaceptación. Tienes un inmenso y amoroso abanico de asanas para hacer pactos contigo misma.
La práctica nos lleva más allá del cuerpo. Se practica y se vive a través él y no a pesar de él. Tu cuerpo es la estación de origen, es el punto de partida para ir más allá. Conocerlo y respetarlo es comenzar el camino de la única manera posible: la tuya propia.
Los cambios hormonales pueden ayudarte a estimular distintos canales de percepción, cuya inercia te lleve a transitar las envolturas o koshas del ser: el cuerpo, la energía, la razón, la intución y la iluminación.
En cada una de las cuatro fases puedes observar cómo eres más permeable a percibir desde una u otra dimensión.
Haz la prueba o párate a pensar. ¿Sientes igual un pranayama al principio del ciclo que al final? ¿Tus meditaciones son mas cortas al finalizar los días de menstruación? Todo tiene su porqué.
Tomando una medida estandar, pongamos que un ciclo dura 28 días. Durante los primeros 14 días, las hormonas que predominan son los estrógenos. Nuestro cerebro está más activo. Nuestro sistema inmunológico está más alerta. Nuestro cuerpo tolera mejor la intensidad física (incluso la necesita para poder canalizar ese extra de energía), por ello son días en los que te sentirás más plena haciendo una práctica más vigorosa (Ashtanga, Vinyasa). Es un periodo ideal para realizar posturas o secuencias más exigentes o afrontar mejor los retos.
A mí personalmente, me sienta muy bien practicar los equilibrios en esos días. A nivel mental, compenso ese exceso de movimiento y a nivel físico estoy más preparada para permanecer en ellos.
Llevar tu práctica personal a un plano en el que tu realidad ciclíca esté presente puede ayudarte a aprovechar los estados a los que se predispone tu cuerpo y tu mente o bien a “compensar” el estado que predomina, para modificarlo si tu rutina te pide otro nivel de energía. Siempre desde el respeto y la coherencia.
En los siguientes 14 días después de la ovulación, los estrógenos van bajando para dar paso a la progesterona. Ese aumento influye también en tu intercambio químico de neurotransmisores. Los niveles de gaba suben, lo que se traduce en una reducción de la actividad neuronal. Más calma, más lentitud en la aparición de respuestas y el sistema inmunológico baja la guardia. ¿Imaginas de qué manera puede afectar eso al cuerpo? ¿Y a tu práctica?
Seguro que alguna vez habrás hecho un esfuerzo sobrehumano para ir a practicar el día antes de que te bajara la regla o ese mismo día. Porque Yoga nos habla de Tapas, constancia y disciplina. ¿Te sentó bien? ¿O ganó tu frustración la batalla?
Dese luego hay un refuerzo interno por haber superado la pereza, pero te invito a que cambies la P por la M: Tamas. Una de las cualidades de la matería según el sistema Shamkya, que se caracteriza por el predominio de un estado letárgico.
O sea, tú sintiéndote pesada, hinchada y echa una bolita en el sofá cuando estás en fase premenstrual. Que hayas vencido a la pereza está genial, pero adapta tu práctica a la realidad que te atraviesa.
Quizá no sean días para realizar adho mukha vrksanana (el pino), pero sí lo sean para respirar largo y profundo en posturas de separación de piernas y apertura de caderas como Badda Konasana o Hanumanasana. Además, empezarás así a dar espacio al útero y caderas para poder acoger toda la presión que se avecina entre órganos y ligamentos. Tiene sentido, ¿verdad?.
La diversidad de enfoques y conceptos del Yoga, podemos filtrarlos y comprenderlos mejor si observamos nuestra práctica desde la conciencia cíclica.
A la hora de contemplar la energía que predomina en cada fase (si te sientes más o menos activa, más proyectada hacia fuera o hacia dentro) podríamos hablar de tendencias generales respecto a la práctica, por lo que también puede haber recomendaciones en torno a cómo adaptarla para respetar los límites y aprovechar tus potencialidades en cada fase. Pero no hay fórmulas universales.
La mejor recomendación es observarte, anortar los cambios y con el tiempo establecerás tu propio patrón.
Hazte con un cuaderno o reserva un huequito en las páginas de tu agenda. Te invito a que empieces a registrar lo que te ha sucedido en la práctica, cómo te sientes después, los instantes antes de afrontarla. Incluso las preguntas que te abordan en savasana. Todo cambia en cada fase.
Cada acto cotidiano, cada elección aporta mucha información.
No saques conclusiones precipitadas. Como en todo, el tiempo habla. Es una experiencia muy liberadora leer tus registros cada 3 meses y tomar conciencia de ti.
Sentarte a los pies de ti misma, porque eres tu mejor maestra.
La práctica de Yoga incide en un nivel muy profundo y de una manera integral. Practicar es un acto de verdad, entrega y revelación. Por ello, considero que es un elemento muy potente por el que empezar a entrenar esa mirada cíclica. ¡Cómo desaprovecharlo!
No hay fórmulas mágicas ni secretas. Consiste en crear la tuya propia. Y ser consciente de que con el tiempo, también cambiará.
ÁNGELA SANTOS | JARA Escuela de Yoga
Mi nombre es Ángela, nombre esdrújulo que de pequeña no me gustaba mucho. La vida me ha enseñado que hay que poner el acento en los principios y dejar abiertos los finales. Ahora no me lo cambiaría por nada del mundo.
Soy practicante de Yoga desde hace 10 años y profesora desde hace 5. Hatha Yoga, Ashtanga y Vinyasa Yoga han sido los estilos que me han nutrido. También he coqueteado con otros. Continúo profundizando a través mis profesoras, de los libros y de Vinyasa Krama. La filosofía siempre como guía.
Soy educadora social. Soy feminista. Soy piscis. Soy premium en Spotify. Soy pura mezcla de mi padre y de mi madre cuando eran jóvenes. Soy hija, pareja y hermana. Soy ex, soy amiga y vecina.
Practico, enseño y estudio Yoga para transitar de etiqueta en etiqueta hasta diluírnos y experimentar la esencia de lo que realmente somos.
Y tiene una preciosa sala de yoga en Madrid www.jarayoga.com
Si quieres inspirarte más sobre este tema y con toques de filosofía te invito a seguirla en @jara.escueladeyoga
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Hola Igersyogi, espero que disfrutes de esta lectura, creo que es muy interesante conocer nuestro cuerpo como mujer. Yo personalmente noto mucho como cambia mi cuerpo en cada ciclo y como esto afecta a mi practica de yoga (practico Ashtanga estilo Mysore) y por ello me apetecía mucho que una especialista nos explicara como ocurre esto. Puedes ir a practicar y conocer a Ángela en su preciosa sala JARA Escuela de Yoga situada en Madrid o conocerla mejor en su Instagram donde comparte filosofía y muchas cosas interesante @jara.escueladeyoga
Om Shanti
Zule
nomastes
Hey Ángela! me he sentido plenamente identificada con tu perspectiva! me ha encantado el artículo! hace unos meses intenté estudiar un poco este tema, con lo poco que encontré escribí un post http://nomastes.yoga/2018/01/15/miniserie6-yoga-ciclo-menstrual/
Espero poder seguir leyéndote sobre este tema! me encantaría seguir aprendiendo de este asunto!